El lado menos visible del éxito:
Construir relaciones laborales auténticas.


Solemos medir el éxito por resultados concretos: metas cumplidas, proyectos cerrados, indicadores en verde. Pero hay un lado más intangible, y muchas veces subestimado, que define la calidad de nuestro trabajo: las relaciones laborales.

Desde vínculos formales hasta amistades profundas, las relaciones en el entorno profesional abarcan un amplio espectro. Para mí, hay un principio que siempre me guía: no vale la pena alcanzar metas si el costo es sacrificar las relaciones.

Pasamos una gran parte de nuestra vida trabajando. Por eso, la capacidad de colaborar, de sentirnos conectados y de disfrutar el camino junto a nuestros compañeros no solo mejora el día a día, sino que también construye una carrera sostenible y significativa.

En mi experiencia, una relación laboral sólida es mucho más que algo “agradable de tener”: es un motor de resultados. Es la red de seguridad que permite la diversidad de ideas, el respeto mutuo y el compromiso compartido. A veces se avanza más lento, sí, pero siempre se llega más lejos cuando se avanza acompañado.

 

Dos claves para construir una red profesional que potencie tu carrera (y eleve a tu equipo)

1. Construir vínculos profesionales auténticos

La autenticidad es la moneda de cambio más valiosa en el networking. 
El primer paso es la vulnerabilidad y la honestidad. No tenemos que saberlo todo. Reconocer que somos humanos, cometer errores y tomar responsabilidad, pidiendo disculpas cuando es necesario, es un acto de liderazgo que genera confianza y empatía.

Para construir un vínculo auténtico, primero debemos entender el tipo de relación que se establece:

  • Entre compañeros de equipo (peers):
    El compañerismo debe estar por encima de todo. Una meta en común nos une, pero el verdadero poder del equipo nace de una mentalidad de team player.
    La competencia puede ser sana si eleva la vara, pero no debe dividir. Compitamos por ser quienes más ayudamos al crecimiento de los demás.
    Fomentar una cultura de feedback constante fortalece tanto los resultados como el vínculo humano.

  • Con tu jefe o líder directo:
    Esta es una de las relaciones más críticas en cualquier entorno profesional. La claridad en las expectativas y resultados es esencial.
    Es válido cuestionar una dirección, pero una vez que hay alineación, el compromiso debe ser total.
    Escucha, aprende de su camino, enfócate en sus fortalezas.
    Y sí: también puedes, y debes, dar feedback honesto y empático. Los buenos líderes lo valoran.

  • Con tu equipo a cargo (sirve con el liderazgo transversal):
     El liderazgo se ejerce con el ejemplo. Sé transparente. Construye confianza.
     Identifica qué motiva a cada persona (reconocimiento, autonomía, visibilidad)   y utiliza esa información para potenciarlos.
     Sé claro y específico con el feedback: que llegue a tiempo, con ejemplos   concretos y sin ambigüedades.
     Cuando detectes un área de mejora, no endulces el mensaje. Sé directo, pero   abre la conversación: “¿Qué crees que podrías haber hecho diferente?”
     Siempre escucha la otra perspectiva.

 

2. Identificar y cultivar relaciones de valor mutuo

Una red profesional sólida no es transaccional. Es bidireccional. Y se construye con intención.

Antes de pedir algo, busca aportar valor. Ese principio cambia por completo la calidad de tus conexiones.

  • Con Equipos Cross-Funcionales: Aquí es vital entender el objetivo del otro equipo para encontrar dónde se cruzan y dónde podemos colaborar. El arte está en saber qué batallas se deben ganar y cuáles se deben negociar. No busques ganar siempre; es mejor un buen arreglo donde todos ganan algo y también ceden. Pensando en el futuro, de esta manera llegarás más lejos. 

  • Con Mentores: Toma la iniciativa. Agenda, lleva una agenda definida y sé consciente de su tiempo. Aprende de sus historias y experiencia. Lo más importante: haz follow-up y agradece la ayuda que te brindan.

  • Con Líderes que admiras: Aquí aplica la regla de los 15 minutos. Si necesitas consejo sobre un tópico específico o rebotar una idea clave, pide un breve espacio de 15 minutos. Es un tiempo que la gente tiende a negar menos y es suficiente para obtener una visión valiosa. 

 

 

Nota importante:

Nunca pidas una recomendación o endorsement a alguien que no ha trabajado contigo directamente.
Solicítalo solo a quienes han visto tu trabajo en acción y ya han expresado aprecio por tu aporte.

 

Una red de confianza también resuelve conflictos

Cuando surge un malentendido o mala comunicación, una red de confianza permite aplicar el principio de la intención positiva: asume siempre que la otra persona está haciendo lo mejor. Esto reduce la fricción, acelera la resolución y mantiene el foco en el resultado.


Tu networking es la infraestructura de tu crecimiento profesional. Invertir en él significa constantemente buscar un lugar donde todos ganen. Cultiva la autenticidad, prioriza el valor mutuo y recuerda que el éxito más agradable es el que se construye y se comparte con una red de personas que se sienten cómodas y que quieren trabajar contigo.

 

¿Y tú? ¿Qué prácticas te han ayudado a construir relaciones de calidad en el trabajo?

Espero que estos tips te ayuden a seguir creciendo en tu carrera. Si tienes otros consejos clave que te han sido útiles, compártelos.
¡Sigamos la conversación!