Trazando tu propio camino

No hay un solo camino correcto para construir una carrera. Si miramos a nuestro alrededor, vemos historias de éxito que rompen moldes, trayectorias que desafían lo esperado y personas que han encontrado su propósito al tomar rutas poco convencionales. Sin embargo, muchas veces sentimos la presión de seguir un guion preestablecido, de cumplir con expectativas externas en lugar de definir nuestro propio rumbo.

Recuerdo un momento en mi carrera en el que me enfrenté a una decisión difícil. Llevaba 4 años en consultoría de negocios, el siguiente paso, casi “by the book” era ir por el MBA. Fue en una clase de Harvard, donde visitaba el campus que me di cuenta de algo que me marcó las siguiente década: 

"No quiero seguir el mismo camino que el resto. No es para mi."

La decisión de no hacer el MBA, renunciar a mi trabajo y luego emprender mi segundo negocio, Folk - una plataforma para hacer accesible el arte y cultura en Latinoamérica, terminó siendo una gran apuesta. Permitió que años después llegue a liderar Colectivo23, encontrar mi pasión por la educación y construir equipos y servicios de alto impacto. 

Agradezco infinitamente a la Cristina que escuchó su intuición y no tuvo temor en ir en contracorriente.

Hoy más que nunca, la capacidad de tomar las riendas de nuestra vida profesional es clave. Un estudio del World Economic Forum estima que el 50% de los trabajadores necesitarán volver a capacitarse en los próximos años debido a la evolución del mercado laboral. La adaptabilidad y el aprendizaje continuo ya no son solo ventajas competitivas; son habilidades esenciales para navegar la incertidumbre y diseñar carreras alineadas con nuestros valores y aspiraciones.

Este mes escriben dos personas que creo que son ejemplos para trazar sus propios caminos. Les invito a leer los artículos de Mariana Costa, Fundadora de Laboratoria y CEO de Laboratoria+ (plataforma de la cual soy fiel mentora) y Natalie Gil, CEO de Darshana y Ex-AWS, Microsoft y Goldman Sachs quienes hablan sobre la importancia de la agencia y de ser intencionales con nuestras decisiones profesionales.

¡Nos vemos en la siguiente edición de Nota23 en abril!

Practitioners sin filtro

Un espacio donde invitamos a quienes dictan en nuestros programas (quienes llamamos Practitioners). a compartir sus opiniones sin filtro de lo que está pasando en el mundo. Te invitamos al debate.

Cómo cultivar un alto sentido de agencia

Y tener el súper-poder para construir la vida que queremos

Por: Mariana Costa (Perú)

Hace unos años descubrí un concepto que cambió mi vida: el sentido de agencia. Lo valoro tanto porque no siempre lo tuve, pero hoy le debo quién soy. Le debo mis logros, mis ganas de seguir intentando, mi (relativa) paz mental y felicidad. Es el concepto que intento cultivar en mis hijos, y el que quisiera que sea característico de la próxima generación de mujeres líderes creciendo en Laboratoria+.

¿Qué significa tener un alto sentido de agencia? Para mí es una manera de ver la vida en la que te sientes en control sobre quién eres, sobre tus decisiones, tu comportamiento y aspiraciones. No esperas sentado a que las cosas sucedan. Te paras, y haces todo lo que está en tus manos para hacerlas pasar. Sin desafiar el hecho de que hay muchísimo allá afuera sobre lo que no tenemos control, te empiezas a sentir dueño de tu destino. Empiezas a entender que construir la vida que quieres está en ti.

Hoy les quiero compartir cosas que todos podemos hacer para empezar a cultivar esta mentalidad, porque la maravilla es que como con la gran mayoría de habilidades, todos tenemos la posibilidad de desarrollarla. 

1. Empezar a simplemente hacer.

Hace un tiempo escuché un consejo en un podcast que me pareció simple y a la vez enormemente poderoso: mood follows action. Cuando nos sentimos desmotivados, cansados, sin fuerza para dar un siguiente paso, muchas veces esperamos a cambiar de ánimos para empezar a movernos. Sin embargo, cambiar nuestros pensamientos y que lleguen los ánimos no es tan fácil. A veces es mejor receta simplemente empezar a hacer. Salir a hacer ejercicio, probar algo nuevo en el trabajo, empujarnos a intentar una nueva práctica. Puede que al comienzo implique forzarnos, pero al hacer ese esfuerzo es que de pronto mejoran nuestros ánimos. Es ese ejercicio continuo de empujarnos que nos ayuda a construir mejores hábitos, y que eventualmente construye nuestra motivación.

2. Repensar las historias que nos contamos a nosotros mismos

Todos tenemos historias de nuestra vida que nos contamos a nosotros mismos. De repente hubo riesgos que decidiste no tomar y aunque no lo comentes, te consideras poco valiente. Tal vez no te fue bien en un trabajo, y sin darte cuenta te empiezas a decir que no eres bueno para esto o aquello. En esas narrativas definimos nuestra imagen de nosotros mismos y con ella, lo que creemos es posible. Cambiando nuestra perspectiva y resignificando estas historias podemos empezar a cambiar también cómo nos vemos y de qué nos sentimos capaces. Tal vez haber dejado pasar esa oportunidad no te hace poco valiente, sino más bien paciente contigo mismo porque en ese momento era lo que necesitabas. Hay que construir una imagen propia en la que nos consideramos capaces y valiosos, pues esto es crítico para ejercer nuestra agencia e impulsarnos hacia adelante. 

3. Finalmente, ser compasivos en el camino

Con el tiempo la vida me ha enseñado que las cosas no son blanco y negro, y la magia está en entender cómo nos manejamos en los grises. He aprendido a no confundir el sentido de agencia con simplemente empujar a toda costa. Hay que también saber escucharnos y darnos los espacios que a veces requerimos en el camino. La vida al final es una larga conversación con nosotros mismos, donde desde el cariño debemos aprender a impulsarnos a más, sin por eso dejar de valorarnos cuando no alcanzamos lo que queríamos. Ser líderes de agencia alta implica aceptarnos y desde un lugar de amor, atrevernos a cambiar nuestras circunstancias a pesar de los tropiezos en el camino.

¿A dónde quieres llegar?

Por: Natalie Gil (Perú)

Mi historia con la tecnología comenzó a los siete años, cuando descubrí la programación con Logo. Poder dar vida a figuras en la pantalla era mágico. La curiosidad y el interés por la tecnología siempre han sido una constante en mi vida. 

Decidí estudiar Ingeniería de Sistemas. Tuve muchas oportunidades cuando Internet se desplegó masivamente a comienzos del año 2000. Mi trayectoria ha sido de todo menos lineal: he vivido en cinco países y he trabajado en más de veinte, hice dos maestrías, en Carnegie Mellon y otra en el MIT. He invertido en criptomonedas, stocks e inmobiliaria con excelentes y no tan buenos resultados y creo firmemente en invertir en startups con fundadoras mujeres y técnicas es el futuro. Me han dicho muchos NO y me siguen diciendo. Intentar me ayuda a hacer el camino por el que quiero ir.

He trabajado en bancos y compañías de tecnología como Microsoft, cuando se empezaba el uso de cómputo hacia la nube. Fundé una consultora y una plataforma de Blockchain; estuve en Amazon Web Services justo cuando el boom de IA explotó. Estuve en una empresa de salud justo cuando comenzó la pandemia. A veces me preguntan: ¿Cómo sabes de eso y donde llevaste el curso? Muchas de las cosas de las que me escuchas hablar o enseñar no tienen curso aún, y traduzco esos conceptos para diferentes audiencias. Me dicen: ¿cómo te haces visible en esos momentos? ¿Sabes que cuando entré a Goldman Sachs, era más difícil entrar ahí que a MIT? Y luego también entré a MIT. Eso no es cuestión de suerte, tuve la oportunidad, y la aproveché porque estaba preparada y levanté la mano, sabiendo que muchas veces en el camino averiguaría que hacer. 

Con Darshana y mi cofundadora Silvana Lopez, estamos desarrollando una plataforma de verificación de credenciales, que provea mejor data para herramientas de IA—así el talento y las empresas se benefician con eficiencias en el mercado de trabajo. La plataforma usa Blockchain e IA—uso esos buzzwords porque realmente generamos I+D y adopción de esas tecnologías con responsabilidad; y eso es lo que nos hará como equipo, empresa y a los países y regiones que representamos en Darshana más competitivos y resilientes a largo plazo.

Lidero LATINITY desde el 2015 con mis cofundadoras y trabajo proyectos educativos del Perú para el mundo con Silvia Vásquez-Lavado. Ambos empoderan comunidades y fomentar la inclusión en tecnología. He logrado que casi todo lo que hago está alineado con un mismo principio: generar impacto en comunidades que tienen menos oportunidades. Me ha tomado años y eso me motiva a seguir haciéndolo. 

Mi mamá siempre me dice: “tu misma”. En su idioma eso significa “nada es imposible”. Todos los días hago que eso suceda: aprender cosas antes que el resto, pensar fuera de la caja para el trabajo y mi vida, entender como las actividades que cultivo hace años (artes marciales y música) me ayudan a sacar lo mejor de mí, y ser consecuente con mis valores y generar un efecto multiplicador. Pero para eso me debo tener mucha paciencia y seguir mi disciplina y adaptarme constantemente. 

¿Cuáles son tus retos? ¿Nadie lo ha hecho antes en el mundo? ¿Cómo te preparas para el futuro? A veces no es tan obvio. Lo obvio es que esa paciencia y disciplina siempre dan frutos.

Recuerda que todos somos únicos y tenemos mucho valor que aportar, siempre.  

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El 2025 es un año importante para nosotros: cumplimos 05 años, ayudando al talento LatAm a cumplir sus metas profesionales y certificar su talento.

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